Hace ahora dos meses que en el Pleno del Ayuntamiento
se trató el tema de la nueva reforma energética y sus repercusiones en la
ciudad. Del debate dedujimos que el futuro apuntaba negro y que entre las
consecuencias esperadas Madrid podría perder la optimista cifra de 85,5
millones de euros y acusar un importante daño ambiental, incapaz de
cuantificarse aún y que por ahora parece ampararse
únicamente en el aumento de emisiones de CO2 y la disminución de producción de
energía renovable. El tono general de la cuestión nos llevó a plantearnos temas
más concretos que evidenciaran la problemática futura descubriendo con sorpresa
que el futuro ya es presente. Y es por esto por lo que este mes hemos llevado
al Pleno la gestión y el tratamiento de los lodos de nuestras depuradoras de
aguas residuales.