
Hoy comienza el nuevo contrato de recogida de
residuos de la zona periférica de la capital, un contrato que desde casi su
concepción ha generado una guerra entre dos de las grandes constructoras de
este país, FCC y Urbaser con el fin de hacerse con el suculento negocio de
la basura en Madrid. La primera ha recurrido el contrato adjudicado hace
dos semanas a la UTE formada por Cespa (Ferrovial) y Urbaser (Grupo ACS)
lo que supone, según FCC (titular de esta concesión durante los últimos 74
años), que todos los trabajadores deberán seguir prestando el servicio en
la forma habitual y para FCC, dado que el nuevo contrato incorpora una
cláusula de subrrogación.
El ayuntamiento por su parte indica que el procedimiento está muy avanzado y que por tanto la reversión del
servicio no se va a paralizar.
IU ha mostrado reiteradamente serias dudas
sobre la viabilidad del contrato y sobre la variación de las condiciones laborales
que supondrán los nuevos pliegos en consonancia con el deterioro del servicio.
Pero fundamentalmente hemos denunciado la continua subasta de los servicios públicos
de la ciudad, convirtiendo en rehén a la propia administración que ha terminado
por olvidar y delegar su función, la de garantizar unos servicios públicos básicos
de calidad.
Sólo si el servicio se presta desde el
propio Ayuntamiento se podrá asegurar la calidad de las prestaciones y del
propio empleo. El servicio de recogida de basuras podría convertirse, en la próxima
legislatura, en el primer servicio rescatado a través de la remunicipalización.
No perdamos la oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario