martes, 11 de noviembre de 2014

Sobrecoge pensar el apoyo que una puede despertar en personas anónimas que te animan a seguir y a defender lo que ambos en común creemos justo. Que esta carta sirva para agradecer el aliento que muchos de vosotr@s me estáis dando. Gracias, siempre gracias. Y gracias a ti Juan

 

Para Madrid: Raquel López.



Madrid, capital de España, ciudad con siglos de historia, lugar donde conviven muchas culturas, está en peligro. Este peligro es un peligro neoliberal, interno. Este peligro tiene un nombre: Partido Popular.

Tras veinte años de Gobierno azul, el balance no puede ser peor. Se ha externalizado el servicio de limpieza, se han externalizado los servicios de jardinería y mantenimiento, se ha privatizado el uso de los espacios y centros públicos y su seguridad, se ha permitido que haya puestos sin funciones, se han asignado a dedo puestos políticos y de asesoría y han convertido el ayuntamiento en un cortijo de favores y pago de deudas personales a viejos amigos, todo a espaldas y perjuicio de los ciudadanos. 

Todo ello, claro está, ha producido cúmulos de basura por toda la geografía de la ciudad, ha hecho que los árboles se estén muriendo y que sus ramas se caigan arbitrariamente con consecuencias potencialmente mortales. Incluso, originó, por omisión y falta de control, no nos olvidemos, la trágica muerte de cinco niñas cuyas familias recibieron a cambio un pésame culpable y tardío de una alcaldesa en "relaxing spa".

Esta gente no privatiza por necesidad. Privatiza por ideología. No nos olvidemos.

 Asimismo, la última tentativa de nuestra alcaldesa y su gobierno en pleno pretendía ceder a la Universidad de Navarra, del Opus Dei (muy moderna ella) la Quinta y Palacio de Torre Arias, situada en el distrito de San Blas-Canillejas y bien histórico de interés y propiedad legítima de todos los madrileños. Y es que, hasta la redención del alma tiene un precio; y para limpiar la suya, más negra que un "nublao", el PP no dudaba en complacer, a costa de todos los vecinos, los afanes doctrinales de esta secta ultracatólica.

Pero entre tanta morralla; apareció Raquel Lopez, concejala de IU en el Ayuntamiento de Madrid y candidata a las primarias por la alcaldía. 

De izquierdas, obrera, y con conciencia social, esta chica defendió a los barrenderos de Madrid, anticipó la inevitable huelga de los servicios tras la privatización y los recortes, hizo valer los derechos de los taxistas, informó a los ciudadanos de las verdaderas intenciones del gobierno municipal, denunció públicamente sus tropelías, movilizó y participó en protestas vecinales, consiguió que los movimientos vecinales y la presión popular paralizaran la cesión de la Quinta y le dijo a la cara a Botella lo que, por desgracia, las madrileñas y los madrileños pensamos de nuestra ciudad: Que su gestión lo ha convertido en un oloroso estercolero en el que el dinero y la especulación están a todas luces por encima de los derechos sociales y el interés general.

Por todo ello, por su defensa del interés de todos los vecinos, por su determinación, por su lucha incansable contra el liberalismo caduco, por su constancia, por su conciencia de clase y por la lucha colectiva conseguida, Raquel es- a mi juicio- la candidata idónea a la alcaldía de Madrid.

Raquel, te lo dije una vez y te lo repito. Cuenta con mi voto.

Gracias.
Juan F.G

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