Ya hace más de 10 años que IU viene planteando en su Programa Electoral, la
implantación de 30 km/ hora en la velocidad de las zonas residenciales urbanas
por sus inmediatos efectos positivos en la pacificación de las calles, la
habitabilidad de las calles, la disminución de accidentes y también la
disminución de humos y ruidos y, por supuesto, la potenciación del uso de la
bicicleta.
Por desgracia, y gracias a modelo
urbano insoportable desde el punto de vista ambiental, social y económico, el
coche tiene un papel absolutamente protagonista en la ciudad de Madrid. En una
ciudad diseñada para el vehículo a motor, los efectos sólo han podido ser
negativos. Y ante eso, las medidas no pueden seguir haciéndose esperar.
Pero es que , de un tiempo a esta
parte, se viene planteando desde diversos ámbitos la propuesta de reducir la
velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en núcleos urbanos para vivir en
ciudades más habitables, seguras y menos contaminadas. Tal es el objetivo que persiguen Ecologistas en Acción, Stop
Accidentes, Andando y Conbici en el marco de una Iniciativa Ciudadana Europea
(ICE).
Las razones para apoyar la propuesta, son claras:
1.- Menos atropellos y menos graves. Se reduciría el número de personas
atropelladas cada año y la gravedad de las lesiones. Al reducir la velocidad de
50 km/h a 30 km/h, baja sustancialmente la distancia necesaria de frenada,
desde los 56 a 36 metros. Esto significa
que las posibilidades de morir en un atropello pasan de un 45% a tan solo un
5%, es decir, 9 veces menos.
2.- Más viandantes y bicicletas. Se favorecerían los modos más sostenibles,
como la marcha a pie o en bicicleta. Hay que recordar que la movilidad
ciclista hoy es en Madrid sólo el 0,6% del total. Es decir, anecdótico y nada
que ver con otras ciudades españolas o europeas.
3.- Menos contaminación. Se reduciría el ruido provocado por los automóviles. La reducción del nivel de ruido mediante el
límite de 30 km/h es de 3 decibelios, según el consejo medioambiental SRU.
El 80% de la contaminación acústica viene causada por el tráfico rodado. Un alto porcentaje de la población está
expuesta a niveles sonoros superiores a 55 decibelios producidos por la
circulación.
4. Incluiría otra ventaja importantísima. Inculcar en nuestros niños unos hábitos más saludables que los
actuales fomentando el uso de la bici, los desplazamientos a pie y la no
invasión del coche por todas partes.
Recordemos que el 40% de los atropellos afectan a las personas mayores
pero que el 30%
de los atropellos en Madrid afectan a los niños en los lugares cercanos
a los colegios. Es una cifra que este ayuntamiento se tiene que tomar muy en
serio.
EJEMPLOS:
A esta iniciativa ya se ha sumado, por ejemplo, Pontevedra que en 2010 declaró su ciudad a 30 y llevan años sin
fallecidos por atropello.
Pero es que en Europa se
viene implantando desde hace mucho. En
Reino Unido ya
hay 34 ciudades con la limitación de
30 kilómetros por hora. Incluso París, Toulouse o Estrasburgo
están estudiando sumarse a la iniciativa.
Creemos que
el Borrador de Reglamento de circulación es insuficiente ya que permite que las
vías a 50 sigan siendo mayoritarias y por ello, proponemos que el Ayuntamiento
de Madrid se sume a la iniciativa
ciudadana europea con el objeto de limitar la velocidad a 30km/h en las calles
residenciales de la ciudad, manteniendo la capacidad de establecer excepciones
cuando sea necesario.
Sólo tendremos efectos positivos. Una ciudad más segura, más habitable y
menos contaminada.
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